Un turbocompresor es el sistema de sobrealimentación
que se encarga de comprimir el aire que circula hasta el motor. Es muy utilizado en los vehículos de diésel y gasolina pues gracias a  él se aumenta la cantidad de combustión y se incrementa la potencia.

Dos de las principales razones por las que su función es importante son que, reduce los contaminantes sin afectar al motor  y que  los conductores prefieren los vehículos con turbo pues les permite tener un motor pequeño con un consumo mínimo y gran potencia.

Es importante destacar que en el mercado encontrarás diversos tipos de turbos automotrices como son el sencillo, doble, de doble entrada, de geometría variable, variable de doble entrada y eléctrico.

Las partes de las que se compone un turbo son la turbina y el compresor. La primera se encarga de recoger los gases del escape que salen del cilindro, estos hacen que se mueva la turbina y esta, a su vez, impulsa el compresor, ya que se encuentran unidos. La forma de ventilador del compresor favorece la aspiración del aire nuevo que procede del exterior, lo comprime y posteriormente lo envía al colector de admisión. Esto aumenta la cantidad de aire que ingresa a los cilindros.

En otra entrada, te hablaremos de las características de los diferentes turbos automotrices. Si te interesa saber más de los beneficios que aportan a tu auto, contacta a Turbos del Valle de México.

Con información de Metett, Actualidad Motor y Red Operativa de Desguaces Españoles.